No es nada personal. No es odio hacia alguien específico. No son las ganas de atacar a la gente. No quiero herir susceptibilidades. No quiero discriminar. No quiero evadir mis faltas. No quiero juzgar a los otros por las suyas. No quiero perder amigos. Si odiáramos a quienes cometen alguna falta cada día... Sin embargo, no me puedo quedar callado, estático, como un simple espectador de la realidad. Jesús nos dice en Mateo 13:15 : “Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos y han cerrado sus ojos , para no ver ni oír, para no entender ni volverse a mí, para que yo no los sane.” El hecho de que muchas personas nieguen la existencia de Dios no quiere decir que no exista. Más somos los que cada día vemos Sus obras y reconocemos Su amor incondicional. Yo cometo faltas todos los días pero sé que mi fe me salvará. Pero nada ganará quien no tenga fe. No sirve de nada tampoco encontrar a Dios y seguir haciendo las mismas cosas en Su contra. En esta época do