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Mostrando las entradas de abril, 2012

Las cosas hay que llamarlas por su nombre

Es claro que a nadie, especialmente a los que no creen en Dios y su hijo Jesús, le gusta que le digan en la cara que si no creen se van a ir para el infierno. Y quien lo dice está equivocado también si piensa que está siendo testigo y predicador del evangelio sólo por decir esa verdad (porque hay que aclarar que es verdad). Aquí donde vivo, existe el “speaker’s circle” y la gente se hace en una placita redonda y dice lo que quiera y se ve de todo: los ateos, los cristianos, los políticos, los homosexuales, incluso los bomberos hacen una muestra de cuán rápido el fuego se esparce en un cuarto. Muchos de los cristianos, aunque realmente uno no sabe si lo son o no - pero es su problema - le dicen a la gente lo pecadores que son, y sí, es cierto, pero si alguien tiene un corazón cerrado a Jesús y su amor y oye que se va a un infierno en el que no cree, pues más cerrado estará ese corazón. Pero cuando por querer ser “respetuosos con la diferencia”, aunque yo lo clasifico como falsa cris

La Carnicería

En Colombia, mi país, no se desperdicia nada cuando de matar una res o un marrano (cochino, cerdo, puerco) se trata. Entre la carnita, que valga la pena decir me gusta bien pulpa (sin grasa), el chicharrón (hasta ahí llega mi gusto), las patas, pezuñas, oreja, trompa y hasta cola, se arma un festín. Bofe (que nunca supe que era), hígado, corazón, chunchurria ó chunchullo, morcilla, etc, no sólo hacen parte del estudio de los órganos de los animales sino, el menú que por muchas generaciones ha levantado hasta muertos a punta de sopita y carne. Y, ¿al final que  queda del animal? Los huesitos que van a dar a la gelatina y uno que otro pedacito pa’ la basura donde  los gallinazos (ave carroñera prima del ave nacional, al cóndor) se da un banquete. Que me perdone Dios por la comparación pero lo que acabo de describir, es prácticamente lo que muchos están haciendo del cuerpo de Cristo. Cuando la gente necesita a Dios, va y le ruega, como perro pedigüeño y garoso, y tan pronto la respues