Es claro que a nadie, especialmente a los que no creen en Dios y su hijo Jesús, le gusta que le digan en la cara que si no creen se van a ir para el infierno. Y quien lo dice está equivocado también si piensa que está siendo testigo y predicador del evangelio sólo por decir esa verdad (porque hay que aclarar que es verdad). Aquí donde vivo, existe el “speaker’s circle” y la gente se hace en una placita redonda y dice lo que quiera y se ve de todo: los ateos, los cristianos, los políticos, los homosexuales, incluso los bomberos hacen una muestra de cuán rápido el fuego se esparce en un cuarto. Muchos de los cristianos, aunque realmente uno no sabe si lo son o no - pero es su problema - le dicen a la gente lo pecadores que son, y sí, es cierto, pero si alguien tiene un corazón cerrado a Jesús y su amor y oye que se va a un infierno en el que no cree, pues más cerrado estará ese corazón. Pero cuando por querer ser “respetuosos con la diferencia”, aunque yo lo clasifico como falsa cris