No debería sentirme frustrado muchas veces pero me pasa. Veo como las personas hacen cosas malas, incorrectas (la forma de manejar y las infracciones ¡me vuelven loco!), desprecian a Dios, y muchos no solo lo ignoran sino que lo atacan, o le dan más valor al “medio ambiente” y a los “animales” que a las personas. Cuando todo eso pasa me da una rabiecita tan maluca. Juzgo, aunque no debería y ese es uno de mis múltiples pecados… Esa frustración es el lado humano en mí, pero no está bien. Muchas veces tengo que, simplemente, tomar un respiro y dejar pasar la mortificación del momento, porque realmente algunas de esas situaciones me mortifican por un rato, o por el resto del día. Yo soy muy tranquilo y paciente, generalmente pero a veces esa paciencia tiene un límite… Hoy, fue uno de esos días, que frustración… Y se me vino una pregunta a la cabeza: “¿Cómo es que Dios ama a esta gente!? Y la respuesta fue clara… De la misma forma en que me ama a mí. Yo no soy mejor que esas pers