Ir al contenido principal

Las cosas hay que llamarlas por su nombre


Es claro que a nadie, especialmente a los que no creen en Dios y su hijo Jesús, le gusta que le digan en la cara que si no creen se van a ir para el infierno. Y quien lo dice está equivocado también si piensa que está siendo testigo y predicador del evangelio sólo por decir esa verdad (porque hay que aclarar que es verdad). Aquí donde vivo, existe el “speaker’s circle” y la gente se hace en una placita redonda y dice lo que quiera y se ve de todo: los ateos, los cristianos, los políticos, los homosexuales, incluso los bomberos hacen una muestra de cuán rápido el fuego se esparce en un cuarto. Muchos de los cristianos, aunque realmente uno no sabe si lo son o no - pero es su problema - le dicen a la gente lo pecadores que son, y sí, es cierto, pero si alguien tiene un corazón cerrado a Jesús y su amor y oye que se va a un infierno en el que no cree, pues más cerrado estará ese corazón.
Pero cuando por querer ser “respetuosos con la diferencia”, aunque yo lo clasifico como falsa cristiandad, la gente no habla de sus creencias o acepta todo como correcto para no pelear, realmente estamos perdiendo la batalla sin pelearla.
Actores como Kirk Cameron y Stephen Baldwin, están decididos a llamar las cosas por su nombre, al pecado pecado. Claro, para quienes viven en su burbuja confortable y dan acceso limitado a Dios, al Dios en el que dicen creer, el hablar de Dios no está entre sus funciones. Es como guardarse la verdad, ¿no creen?
Siempre la gente quiere encontrar la felicidad y la buscan en tantas cosas, pero se olvidan de la verdadera felicidad, entregarse a Dios.
Este mensaje es para que peleen por lo que creen y “pelear” no significa la violencia de palabra, obra u omisión. Significa ser prueba viva del amor de Dios, de la fe, del agradecimiento debido a Jesús por morir por nuestros pecados. Si alguien no quiere saber nada de eso, pues allá ellos porque yo no voy a basar mi fe en la aceptación social. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Oiga jefe...

Oiga jefe, me cansé. Yo no quiero trabajar pa’ usté. Sí Señor, como oyó, ya probé y no me amañé. Usté no quiere que yo viva, como yo quiero vivir, yo no quiero que me diga ni que hacer ni que decir. No, no, no, no quiero oír, cuanto me quiere y se preocupa por mí. Quiero vivir con mis pasiones, no quiero oír de religiones. Mi religión soy yo. Primero yo, segundo yo, tercero…¿yo? Y si me alcanza para mí, pues le doy lo que me quede. Sí Señor, usté ‘s el jefe, pero yo me sublevé, me cansé de sus amores, sacrificios, bendiciones. Me cansé de beneficios, de compromisos y deberes, y el nombre de Jesucristo, lo cambié por “si me quieres”. Entonces yo le renuncio aunque no sé ni qué haré, de pronto me encuentro un nombre, que lo reemplace muy bien. De pronto Dinero es uno que me encanta como huele, como suena y como llena mis vacíos y mis redes. O placer, fama y/o lo que pueda rellenarme, yo recibo lo que mande el universo y destino, aunque a veces desatino, me descarrilo y me en

Los pájaros tirándole a las escopetas…

A veces se nos olvida el orden de las cosas y seguimos con la idea de que el universo gira en torno a nosotros. También cerramos nuestro corazón a Dios y simplemente vemos a quienes creen en Jesús como los responsables de convencernos (y la verdad, que pereza eso porque la idea no es convertir a nadie). Si llegamos al punto de querer entender a Dios pero le damos tercamente un poquito de espacio en esa cajita diminuta que es nuestro entendimiento, como diríamos en mi país “estamos jodidos”. El que crea que puede meter a Dios en una ranurita de lo poco que conocemos y así intente explicar cómo es que Dios hace sus cosas, empezó muy mal. Los hombres han intentado de múltiples formas explicar la existencia de Dios (o su inexistencia) a través de lógica y ciencia y algunos todavía creen que son opuestas la ciencia y la fe. Ciencia y exploración de no sólo las historias bíblicas y los hechos narrados allí, sino también la existencia de la humanidad, han dado resultados sorprendentes que al

Una vida de Acción de Gracias!

Aquí en Estados Unidos se celebra el Thanksgiving (día de acción de gracias) con un espíritu cristiano de agradecimiento a Dios por todo lo recibido y para pasar tiempo en familia. Para otros solo pasar tiempo en familia y para otros un día donde se consiguen cosas baratas. Yo me senté a jugar con Lucas un ratico en el balcón de mi apartamento (arrendado) y mire al frente y vi el patio de los vecinos y la verdad no luce muy bien. Había también  á rboles que daban la impresión de un día medio apagado sin hojas y me sentía cansado porque no dormí muy bien anoche. Por unos segundos tuve un pensamiento en la cabeza que me hizo sentir mal: "mmmm, no me gusta mucho el lugar donde vivo". Un momentico después me di cuenta de lo desagradecido que era porque solo tenia que mirar a mi alrededor y en mi corazón para ver lo bendecido, afortunado y rico que soy, gracias a la generosidad y al amor de Dios. Así, en el balcón de un apartamento que a veces tiene arañas venenosas, en un barri