Ir al contenido principal

Entradas

Y entró un poquito de luz...

Esta mañana me desperté y vi un poco de luz que entraba por la ventana. Mi esposa y yo tenemos cortinas oscuras para evitar que la luz nos despierte pero un poquito de luz entró por la ventana. Ese poquito de luz, que entraba por un lado, me mostró algo en la pared que no había visto antes. Con la luz de “medio bisné” (de lado) vi una serie de imperfecciones que nunca había visto. Para mí, esa pared era blanca y muy bien hecha y pintada hasta esta mañana.  Eso me hizo pensar en mi vida de antes. Yo pensé que tenía una vida casi perfecta, tranquila, sin problemas graves. Mi vida era una blanca pared muy bien hecha y pintada hasta que vi cómo, con un poquito de luz, podía ver las imperfecciones que escondía la oscuridad. Cuando pienso y oro por mis familiares, amigos y por muchos conocidos y desconocidos, me duele el corazón. No siempre oramos por quienes tienen graves enfermedades, grandes deudas, grandes pérdidas. Es más fácil hacerlo claro, porque “la necesidad es más grande” y e
Entradas recientes

Oiga jefe...

Oiga jefe, me cansé. Yo no quiero trabajar pa’ usté. Sí Señor, como oyó, ya probé y no me amañé. Usté no quiere que yo viva, como yo quiero vivir, yo no quiero que me diga ni que hacer ni que decir. No, no, no, no quiero oír, cuanto me quiere y se preocupa por mí. Quiero vivir con mis pasiones, no quiero oír de religiones. Mi religión soy yo. Primero yo, segundo yo, tercero…¿yo? Y si me alcanza para mí, pues le doy lo que me quede. Sí Señor, usté ‘s el jefe, pero yo me sublevé, me cansé de sus amores, sacrificios, bendiciones. Me cansé de beneficios, de compromisos y deberes, y el nombre de Jesucristo, lo cambié por “si me quieres”. Entonces yo le renuncio aunque no sé ni qué haré, de pronto me encuentro un nombre, que lo reemplace muy bien. De pronto Dinero es uno que me encanta como huele, como suena y como llena mis vacíos y mis redes. O placer, fama y/o lo que pueda rellenarme, yo recibo lo que mande el universo y destino, aunque a veces desatino, me descarrilo y me en

Una colcha de retazos…

Un pedacito de esto y un pedacito de aquello… Un recorte de éste y uno de este otro…  Cuando queremos cubrir nuestras necesidades con muchos pedazos de múltiples materiales, de diferentes colores y texturas, formamos una especie de colcha de retazos. Hasta bonitas se ven y pueden ser bien cómodas. A veces tan cómodas que creemos que tenemos la mejor cobijita. Lo que se nos olvida es que así estén bien cosidas y amarradas, son pedazos diferentes, que no se preocupan por la unidad; que por donde se cose es más fácil que se descosa. Y, ¿por qué me dio por hablar de colchas de retazos? Porque veo cómo la vida de muchos se está yendo al caño con una falsa comodidad armada de pedacitos de cosas que en el fondo no son reconciliables. Unas cosas niegan otras pero “como se ven de bonitas juntas”. Lo peor es que somos orgullosos y nos negamos a ver las diferencias entre lo que decimos, lo que creemos y lo que experimentamos. Nos falta la coherencia y la uniformidad que tiene el manto de amo

Una vida de Acción de Gracias!

Aquí en Estados Unidos se celebra el Thanksgiving (día de acción de gracias) con un espíritu cristiano de agradecimiento a Dios por todo lo recibido y para pasar tiempo en familia. Para otros solo pasar tiempo en familia y para otros un día donde se consiguen cosas baratas. Yo me senté a jugar con Lucas un ratico en el balcón de mi apartamento (arrendado) y mire al frente y vi el patio de los vecinos y la verdad no luce muy bien. Había también  á rboles que daban la impresión de un día medio apagado sin hojas y me sentía cansado porque no dormí muy bien anoche. Por unos segundos tuve un pensamiento en la cabeza que me hizo sentir mal: "mmmm, no me gusta mucho el lugar donde vivo". Un momentico después me di cuenta de lo desagradecido que era porque solo tenia que mirar a mi alrededor y en mi corazón para ver lo bendecido, afortunado y rico que soy, gracias a la generosidad y al amor de Dios. Así, en el balcón de un apartamento que a veces tiene arañas venenosas, en un barri

El terremoto...

--> Cuando hay un terremoto ya no se debe hacer lo que nos decían antes. Nos habían enseñado que había que buscar marcos de puertas y esperar a que parara. Ahora nos dicen que hay que buscar el "triángulo de vida" para tener más opciones de sobrevivir. Con estas elecciones en los Estados Unidos, hago un buen paralelo. Cuando vemos que el concepto bíblico de familia se está desdibujando y los campos verdes de marihuana han llegado hasta las leyes, veo como las personas van propiciando su propio destino (libre albedrío) pero van, como decimos en Colombia, "de culos pal estanque". Este terremoto arrollador deja a muchos penando, sufriendo y ni cuenta se dan y buscan marcos de puertas (soluciones inútiles, superfluas, temporales, insuficientes) como protección.  Pero la solución y la vida están en el Triángulo de Vida: Padre Dios, Su Hijo Jesús y el Espíritu Santo. Yo espero con fe y oro para que sobrevivamos este terremoto un poquito más, sabiendo que Dios e

Las cosas hay que llamarlas por su nombre

Es claro que a nadie, especialmente a los que no creen en Dios y su hijo Jesús, le gusta que le digan en la cara que si no creen se van a ir para el infierno. Y quien lo dice está equivocado también si piensa que está siendo testigo y predicador del evangelio sólo por decir esa verdad (porque hay que aclarar que es verdad). Aquí donde vivo, existe el “speaker’s circle” y la gente se hace en una placita redonda y dice lo que quiera y se ve de todo: los ateos, los cristianos, los políticos, los homosexuales, incluso los bomberos hacen una muestra de cuán rápido el fuego se esparce en un cuarto. Muchos de los cristianos, aunque realmente uno no sabe si lo son o no - pero es su problema - le dicen a la gente lo pecadores que son, y sí, es cierto, pero si alguien tiene un corazón cerrado a Jesús y su amor y oye que se va a un infierno en el que no cree, pues más cerrado estará ese corazón. Pero cuando por querer ser “respetuosos con la diferencia”, aunque yo lo clasifico como falsa cris

La Carnicería

En Colombia, mi país, no se desperdicia nada cuando de matar una res o un marrano (cochino, cerdo, puerco) se trata. Entre la carnita, que valga la pena decir me gusta bien pulpa (sin grasa), el chicharrón (hasta ahí llega mi gusto), las patas, pezuñas, oreja, trompa y hasta cola, se arma un festín. Bofe (que nunca supe que era), hígado, corazón, chunchurria ó chunchullo, morcilla, etc, no sólo hacen parte del estudio de los órganos de los animales sino, el menú que por muchas generaciones ha levantado hasta muertos a punta de sopita y carne. Y, ¿al final que  queda del animal? Los huesitos que van a dar a la gelatina y uno que otro pedacito pa’ la basura donde  los gallinazos (ave carroñera prima del ave nacional, al cóndor) se da un banquete. Que me perdone Dios por la comparación pero lo que acabo de describir, es prácticamente lo que muchos están haciendo del cuerpo de Cristo. Cuando la gente necesita a Dios, va y le ruega, como perro pedigüeño y garoso, y tan pronto la respues